El Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión establecen en conjunto las prioridades legislativas de la UE para 2021 y los objetivos políticos para 2020-2024.
Prioridades legislativas para 2021
La Declaración conjunta para 2021 basada en el programa de trabajo de la Comisión para el próximo año está centrada en seis ámbitos fundamentales:
- Implementar el Pacto Verde Europeo.
- Dar forma a la década digital de Europa.
- Lograr una economía al servicio de las personas.
- Fortalecer Europa en el mundo.
- Promover una Europa libre y segura.
- Proteger y fortalecer nuestra democracia y defender nuestros valores europeos comunes.
Objetivos políticos para el periodo 2020-2024
Las prioridades políticas se centran en la recuperación de los efectos de la pandemia de COVID-19. Todo ello sin olvidar las oportunidades de transición, tanto digital como climática, y potenciando la autonomía estratégica abierta en Europa. Así, en los próximos cuatro años los objetivos son:
- Asegurar una recuperación completa de la pandemia de COVID-19.
- Acelerar la transición hacia una sociedad más justa, más saludable, más verde y más digital en la UE y en el escenario mundial.
- Mantener el liderazgo mundial de la UE en la lucha contra el cambio climático.
- Dar forma a nuestras propias soluciones digitales y establecer la soberanía digital de Europa.
- Hacer que nuestra economía sea más resistente y sólida.
- Defender nuestros valores comunes y fortalecer nuestro modelo democrático.
- Reforzar el papel de la UE como actor global.
En el frente fiscal para las prioridades legislativas de 2021, la declaración señala la intención de la UE de garantizar una transparencia fiscal de empresas multinacionales y una competencia leal dentro de la UE y a escala mundial, así como «perseguir una fiscalidad digital justa». Se compromete también a «abordar el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, el fraude fiscal, la evasión y elusión, además de garantizar un sistema fiscal sólido y justo».
En los objetivos políticos de una economía resistente y sólida, la declaración se centra en fortalecer la moneda única, garantizar una mayor estabilidad financiera y proteger contra delitos financieros, así como contra la competencia desleal externa.